La ULPGC, en su condición de universidad pública, debe garantizar el acceso a la enseñanza superior al mayor número posible de estudiantes, independientemente de sus condicionantes sociales o personales, de acuerdo con criterios de equidad y excelencia. Asimismo, es su deber velar por el adecuado aprovechamiento de los recursos públicos puestos a disposición de la Institución y de sus estudiantes, lo que conlleva, por tanto, la necesidad de exigir a los estudiantes un compromiso social y una dedicación acorde con los medios que se les ofrece y un razonable rendimiento académico a lo largo de su estancia en la Universidad.
Con esta filosofía nacen las Normas de Progreso y Permanencia en las Titulaciones Oficiales en la ULPGC, aprobadas por el Pleno del Consejo Social el 26 de noviembre de 2012, con unos objetivos concretos:
- culminar en la universidad el proceso de adaptación de todas las titulaciones oficiales al Espacio Europeo de Educación Susperior
- incrementar la eficiencia en el número de egresados de la Universidad
- responsabilizar a los estudiantes en cuanto al aprovechamiento de los recursos que destina la sociedad para su formación.
Así, las Normas de Progreso y Permanencia establecen unas reglas fácilmente inteligibles, de sencilla aplicación y con un razonable grado de flexibilidad que permitan a los estudiantes que, por unas u otras causas, tengan dificultades de adaptación al entorno universitario, la posibilidad de reencauzar o redirigir sus estudios dentro de la propia Universidad o adoptar decisiones respecto a su estrategia para culminar sus estudios con éxito.